NUESTRA HISTORIA
En la Vereda El Mango ubicada en el área rural del Municipio de Santiago de Cali, en el piedemonte de la Cordillera Occidental, se encuentra ubicada una Aldea Pedagógica conocida como Colegio Ideas, la cual está bordeada en toda su extensión por el cauce del Rio Cañaveralejo. Este territorio que hace 40 años se encontraba erosionado, producto de la deforestación intensiva. Hoy, gracias a largas y entrañables jornadas de esfuerzo comunitario, se ha transformado en un verdadero Nicho ecológico armonizando en sus paisajes los espacios de habitación y trabajo con el universo natural que se ha desarrollado.
La devoción de todos ha permitido la presencia de bosques, jardines, frutales, lago, huertos y viveros, en un circuito de granja integral que propicia un espíritu de profundo amor por la tierra y contribuye a fortalecer el arraigo. El sentido de pertenencia y el empoderamiento de toda una colectividad admirada por la vida y la esperanza.
MÁS DE 40 AÑOS ENSEÑANDO
NUESTROS
PENSAMIENTOS
El proyecto pedagógico del Colegio Ideas se denomina
«El acto de construir, ecología del alma para un currículo divergente».
Este proyecto nace en la ciudad de Cali – Colombia, en 1979. En él se articula el orden natural con el aprendizaje, de tal manera que se garantice un equilibrio dinámico para beneplácito de la posteridad. Sus más preciadas herramientas son el arte y la tierra, pues en ellas mora la identidad y el arraigo; es a través de ellas que se valora la memoria viva de los pueblos de quien tomamos la fuente para iluminar el espíritu y el conocimiento. Por ende, en ellas habitamos para comprender la trascendencia del amor, de la escucha, del respeto, del círculo de alianzas y del lugar común donde crece la vida. Hemos forjado en el ejercicio de nuestro quehacer cotidiano el sentido integral del ser como entidad individual, social y trascendental, donde se consolida «La Unidad En La Variedad Y La Variedad En La Unidad».
NUESTROS
PROPÓSITOS
A partir de nuestros principios y fundamentos, nuestro proyecto expresa 4 propósitos de carácter pedagógico para la consecución de las metas de formación esperadas.

Propiciar un entorno pedagógico adecuado para que el ser humano desarrolle un proceso de auto-conocimiento, amor y aceptación de sí mismo, que a su vez le permita admirar y valorar al otro en la tolerancia, la escucha y el respeto por las diferencias, para crecer en auto-estima, autonomía, identidad y arraigo.



LA PEDAGOGÍA ESENCIAL,
«EL APRENDIZAJE CON SENTIDO EN NUESTRA ALDEA»
La formación de los niños abarca un sinfín de variables. En este contexto, es entonces indispensable entender qué es en sí misma la formación, porqué y para qué formamos, cómo se lleva ésta a cabo, quién se hace cargo de ella, cuándo y dónde formamos. Por consiguiente debemos analizar cuidadosamente los detalles.
Formar implica armonizar las cualidades y habilidades innatas del ser con su realidad circundante. De tal manera que se da forma al vínculo entre el individuo y la sociedad en que se haya inscrito, valorando su esencia antropológica, su naturaleza histórica, su condición biológica y por ende su razón de ser.
Fortalecer estos elementos significa consolidar la identidad y el sentido de pertenencia, profundizar en el pensamiento crítico y creativo de los pueblos, orientar hacia la definición del sentido y el carácter de las cosas, aprender de la experiencia, asombrarse del maravilloso universo que nos rodea, abordar con gusto nuevos caminos, permanecer en estado de alerta y reposo, potenciar los sentidos, valorar la obra de otros, trascender de lo ordinario a lo extraordinario de las cosas y como punto de principio y fin, garantizar el equilibrio dinámico entre la emoción y la razón, la ciencia y el arte, las actitudes y las aptitudes con lo cual propiciamos la construcción de un ser integral e integrante.
Desde el vientre materno en nuestros orígenes primeros, ya se ponen de manifiesto las cualidades esenciales del orden natural, puesto que somos semilla y crecemos alimentándonos sanamente en procura del sol hasta brindar al otro, nuestra flor y fruto. En esta metáfora vislumbramos nuestra raíz y las cualidades extraordinarias que nos ha otorgado la vida, haciéndonos profundamente sensibles y perceptuales en un estado de alerta constante y cotidiano. Entonces somos investigadores naturales, habitan en nuestros atributos potenciales lenguajes auditivos, visuales, corporales, verbales, gustativos y kinestésicos, con los cuales establecemos un vínculo interactivo con la realidad para aprender y forjar futuro.
La pauta primera de este gran ser en formación es el asombro… Cualidad que requiere de una estimulación temprana plena de emoción e inquietud que se hace presente en la Exploración Sensible, la cual propicia un Contacto Directo y se proyecta en la Abstracción y Contrastación de los saberes hacia la Construcción del conocimiento. Que se nutra de una nueva y antigua ética, estética y ecología de la convivencia para beneplácito de la esperanza y la posteridad.

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